No hay duda del potencial comunicacional de las redes sociales; y eso bien lo sabe el sector político, que por ejemplo usa Twitter para opinar sobre esto o aquello, interactuar, exponer sus propuestas, defenderse de críticas y hasta tirar 'dardos'.
Una candidato político que no aparezca en Twitter simplemente no existe; es por ello que se ha convertido en un canal directo para hacer llegar mensajes específicos; tanto, que por momentos ha hecho de esta red una plataforma 'explosiva' mediáticamente.
Un ejemplo de ello se dio en los últimos días, cuando algunos de los candidatos que lideran las encuestas (Petro, Fajardo y Vargas Lleras) se han lanzado puyas y contrapuyas sobre algunas de sus posturas temáticas.
Las razones son variadas. Pueden ser por pura intención mediática de ser más visibles en el mundo digital, por calentar los ánimos, o por sentar posición.
Ante la declaración de Sergio Fajardo, en la que dijo que él no ve viable la reducción de impuestos y que no es promesa de su campaña, como sí lo ha dicho el exvicepresidente Vargas Lleras, este último le envía al exgobernador de Antioquia un mensaje directo en el que le refuta que bajar los impuestos sí es posible y le confirma que él sí lo va a hacer. “Lo invito a conocer nuestra propuesta, un completo documento desarrollado por un amplio grupo de expertos y presentado ya públicamente”, le escribió.
https://twitter.com/German_Vargas/status/943928948945276928
Gustavo Petro, a quien siguen casi tres millones de tuiteros, se metió en la discusión, y le respondió a Vargas diciéndole que lo que busca (el exvicepresidente) es reducirle impuestos a poderosos e intenta darle clase de economía social.
https://twitter.com/petrogustavo/status/944195479730049025
Vargas no se quedó callado y también con un 'tuiterazo' le dijo que su mensaje era equívoco y mal intencionado.
https://twitter.com/German_Vargas/status/944254722717908992
Aunque la pelea siguió con temas como la implementación o no del modelo venezolano, la justicia y los órganos de control, lo único rescatable es que los debates públicos ya no serán tan importantes en la televisión o la radio, como lo eran hace un par de años. Hoy lo digital, desde sus diferentes plataformas, es el escenario para ser visibles ante el mundo. La publicidad lo sabe y hacia allá está apuntando. Los políticos también entraron en el juego de ser virales, mediáticos y altamente digitales.
La tarima ahora es en las redes sociales y los votos se persiguen desde las pantallas de los dispositivos móviles, los computadores o tabletas.
