El proceso electoral que se vivió en el 2018 y que dejó, no solo un nuevo Congreso instalado, sino un nuevo mandatario para el país, tuvo una especial vigilancia por parte de la Unión Europea.
Un comité de expertos de esta comunidad política internacional dio a conocer las recomendaciones que le hacen a Colombia frente a los procesos electorales, herramienta que puede ayudar para las elecciones que se avecinan en el futuro, como las de alcaldías y gobernaciones del próximo octubre.
Algo inusual que precedieron las pasadas elecciones legislativas, fue que eran las primeras después de la firma del Acuerdo de Paz con las Farc. Lo que generó la entrada política de miembros de esta exguerrilla a la legislatura colombiana por primera vez.
Este hecho, también cobró sentido en el informe presentado por la Unión Europea ya que aseguran que "el impacto del Acuerdo se hizo notar en unas elecciones que se pudieron celebrar por primera vez en todo el territorio, sin los impedimentos que ponían en el pasado grupos guerrilleros como las Farc".
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Lo que puedo ayudar a que se registrara la participación (tanto en Senado como en Cámara de Representantes) más altas de las últimas tres décadas; el 49% de los sufragantes salieron a ejercer su derecho al voto.
Otra observación importante en este informe, es que si bien la mayoría de candidatos lograron hacer una campaña sin mayor restricción por todo el territorio, la terminación del conflicto precisamente no terminó con el total de hostigamiento a figuras de la política, prensa y ciudadanía en general.
"Fueron preocupantes los atentados del Eln y el aumento en el número de asesinatos de líderes sociales. El tono de la campaña fue considerado muy áspero por la mayoría de los partidos", dijo la Unión Europea.
Frente a la transparencia en las campañas durante las elecciones pasadas (uno de los viacrucis de los colombianos por la corrupción) se evidencia, que si bien los partidos y candidatos reportaron sus movimientos contables, la falta de transparencia de las cuentas privó a los colombianos de la oportunidad de hacer un seguimiento de los fondos de campaña.
"Los mecanismos de control y fiscalización se revelaron insuficientes para luchar contra el financiamiento ilegal y el incumplimiento de los topes de campaña", dijo la UE.
