El senador Roy Barreras acaba de firmar el divorcio con su tercera esposa, Gloria Elena Arizabaleta, y lo acompaño en la pena antes de profundizar en el tema político.
Lo veo compungido y así me lo hace saber cuando le pregunto sobre el rompimiento matrimonial (celebrado hace apenas tres años, con asistencia del presidente Santos y muchos políticos, algunos hoy caídos en desgracia).
-No me haga esas preguntas tan dolorosas. Es como ir a un funeral y preguntarle a los deudos cómo la han pasado ese día.
Desafortunadamente no es la política compatible siempre con la vida familiar; hay que hacer grandes sacrificios y hace un par de días esa relación terminó.
¿En serio?
No hay nada más serio y más amargo que un divorcio.
Me sorprende. El país debe tener fresco todo el fausto de la ceremonia de su matrimonio, en la finca La Viga, en Cali…
Ya el único fausto que me queda de eso es el Fausto de Goethe, una de mis obras favoritas. Pero sí, es una situación indeseable y triste, siempre los divorcios son tristes.
¿El que acaba de pasar es su tercer matrimonio?
Y último.
No diga último, eso nunca pasa...
En mi caso, espero que en otros no, la política resulta incompatible con la vida que hay que dedicarle a la pareja y a la familia. Este asunto de verse solo una vez a la semana, de estar montado en un avión, de verse de manera tan distante, a veces de impedir el desarrollo profesional de la pareja es muy complejo, salvo que la esposa haga con uno política todo el tiempo.
Veo que el destituido fue usted…
Sí, por supuesto, no fue mi decisión y en cambio para todos los efectos me allano a los cargos y me declaro culpable.
¿Pero va a colaborar con la justicia?
Creo que lo más justo para cualquier ser humano y sobre todo para una mujer maravillosa es que viva tranquila, y evidentemente mi vida no es una vida tranquila; no me quejo de ella, hay tanto por hacer y estoy tan emocionado con la tarea, creo que vamos a entregar este país en paz, vale la pena trabajar 24 horas al día en eso.
¿Su situación personal tiene que ver con haberse rapado la cabeza?
De manera indirecta sí porque hay una relación de meditación hace mucho tiempo y tiene que ver con alguna tarea que nosotros hicimos hace años en el Tíbet y el desprendimiento.
Verse en el espejo todos los días sin cabello sirve para recordar que todo es efímero, que todo pasa y que hay que desprenderse hasta donde sea posible de lo material.
No vuelvo a dejarme crecer el cabello hasta que no se firme la paz, y espero que sea pronto porque en Bogotá hace mucho frío, y uno descubre que se le enfría la cabeza, y está bien tener cabeza fría para las negociaciones de paz pero ojalá se firme rápido.
¿Es alopecia?
No, es desprendimiento porque los que tienen alopecia no necesitan afeitarse la cabeza.
Roy Barreras y su exesposa Gloria Elena Arizabaleta
¿Qué opinión tiene del nombramiento de ministros y superministros?
El Presidente Santos está ejerciendo su fuero presidencial. Pero confieso que sus decisiones han provocado un verdadero terremoto político porque algunas de ellas son complejas.
Debo decir que se está concentrando el poder. El gran ganador de todo esto es el vicepresidente Germán Vargas Lleras, quien tiene ahora la gran responsabilidad de toda la infraestructura nacional, es decir de gobernar en la práctica. Y además el manejo de toda la política nacional con su amigo Néstor Humberto Martínez.
No había existido no solo un vicepresidente ni un funcionario, nunca, distinto a un presidente en ejercicio que tuviera tanto poder acumulado.
¿El presidente Santos le ha cedido a Vargas Lleras buena parte del poder presidencial?
Pues no falta que lo nombre sino Nuncio Apostólico para que pueda tener también el control sobre eso.
Ojo, no estoy diciendo que sea malo ni regular ni bueno, Vargas ha sido un gran ejecutor, Vargas hace las tareas que le ponen a hacer, las hace rápido, las hace bien. Que haga las carreteras, que haga los acueductos, que el gobierno funcione, y me parece que el presidente Santos tiene derecho a confiar casi que exclusivamente en él. Parece ya no confiar en ninguna otra persona...
¿Se duele de haberse retirado de Cambio Radical?
Fundé ese partido antes de que Vargas llegara. Vargas estuvo ahí como 10 años después. Lo que pasa es que las medidas tomadas para el control real del poder no parece que estén empoderando la educación sino la infraestructura y la política práctica. La educación no aparece allí en primera línea. Pero siempre y cuando se haga la paz a mí no me importa quién haga las carreteras.
¿Por qué se peleó con Vargas Lleras?
Así como hay amor a primera vista, a mí me pasó lo contrario con Vargas Lleras. El amor a primera vista es inexplicable, y lo contrario también es inexplicable. A veces sin motivos usted ve una persona y dice no tenemos química. Después encontré motivos, pero fundamentalmente este asunto de la paz, y también el carácter.
Germán Vargas es un hombre que tiene don de mando, y lo ejerce desde chiquito, es un hombre que nació en cuna presidencial, predestinado, de la nobleza criolla, y está acostumbrado a mandar.
Y yo no estoy acostumbrado a que me manden, la verdad seguramente es un defecto, pero estoy acostumbrado a ser libertario, autónomo, independiente. Mi padre me gritaba pero se murió hace 17 años.
Sin embargo, usted le ha obedecido primero a Vargas Lleras, después a Uribe y en los últimos años a Santos…
Nunca le he obedecido a Vargas Lleras. Recuerdo a Edgar Artunduaga, un senador independiente que decía y escribía, y escribe lo que le viene en gana. Eso he hecho yo.
Fundé Cambio Radical con otras personas cuando Vargas era samperista, nada tenía que ver con el partido. Me retiré de la política y me dediqué a la medicina. Cuando volví el dueño del partido era Vargas Lleras, y terminé saliéndome.
¿Y qué le pasó con Uribe?
Uribe es uno de los hombres con mayor liderazgo que yo he podido conocer, un líder portentoso.
Pero además intentó hacer la paz. Quiso hacer diálogos con el ELN en La Habana. Liberó a Granda para hacer la paz, Uribe invitó a Chávez a hacer la paz, Uribe metió a Piedad Córdoba en el proceso.
Uribe estuvo contemplando el despeje de Florida en el Valle del Cauca, Uribe firmó con su mano, con su puño y letra el indulto y reindultó al M-19, y no les exigió nada, ni verdad, ni justicia, ni reparación, ni un día de cárcel, nada. Con los crímenes del Palacio de Justicia incluidos y escrito eso con puño y letra. Es decir, ese Uribe le apostaba a la paz
Uribe cambió de opinión, ahora solo le apuesta a la confrontación militar, cambió de partido, se fue de la U, fundó otro, y tengo la impresión de que se volvió muy rabioso, no sé si serán los años o qué pero está demasiado bravo, muy refunfuñón, pelea mucho, y los colombianos le siguen queriendo. Bueno, siete millones porque la gente no votó por Zurriaga sino por Uribe.
Me pasa igual que cuando el papá se va de la casa, mi papá es buena persona, el viejo... pero el viejo jode mucho, el viejo está muy regañón, el viejo tira piedra, el viejo está equivocado. Demasiado bravo.
Muchos colombianos pensamos que usted se voltea mucho en política, en cada gobierno, cuando le conviene….
Nunca me he voltiado. Desde mi adolescencia hasta hace seis años solo milité en un partido, que fue Cambio Radical que fue lo que sobrevivió del Nuevo Liberalismo. Jamás me inscribí por otro partido. No me he cambiado sino una sola vez de partido que fue cuando rompí con Vargas, por las razones que hemos dicho, y terminé en el Partido de la U y ahí estoy, no me he cambiado más.
Pa' cambiarse Santos, pa' cambiarse Peñalosa, pa' cambiarse Vargas que fue samperista, fue uribista, que ahora es santista. Los que se han cambiado son los demás y no los critico. El que menos se ha cambiado soy yo.
¿Cuál es su opinión de Néstor Humberto Martínez, superministro?
Un hombre inteligente, que tiene una de las mejores características de la inteligencia, el buen sentido del humor heredado.
Me gusta que no nació entre cojines ingleses, no es de la nobleza criolla, no es un predestinado, es un hombre que viene por tradición de una familia sencilla, de clase media, trabajador, que ha ascendido por sus méritos.
Lo veo como ministro de la Presidencia allanándole el camino a Germán Vargas Lleras.
Roy, en su última campaña al senado.
¿Cómo ve el pleito por la Contraloría General?
Donde se incline el Partido de la U se inclinará la balanza. Lo que está en juego es el equilibrio de poderes de la política real.
Lo que Gaviria advierte, y no he hablado con él, es que la concentración de poder en la figura de Germán Vargas Lleras requiere de algún equilibrio. Estoy seguro que César Gaviria no está seguramente detrás de dos o tres puestos para Simón Gaviria, lo que necesita como jefe liberal es equilibrio de poderes, que entre otras cosas es lo mismo que exigían algunos compañeros míos del Partido de la U.
La democracia funciona mejor cuando hay varios partidos políticos que tienen su espacio para agitar sus banderas, y que tienen desde donde agitarlas. Si los partidos están aplastados, arrinconados, y hay un solo señor dominante, eso termina en abusos de poder.
¿Cabe la posibilidad de que el presidente Santos sea derrotado con su candidato Maya Villazón?
Ha pasado en un par de ocasiones, que el Congreso finalmente no vota por el guiño de Palacio; pasó con el procurador Alejandro Ordóñez. Y también ha perdido en otro par de ocasiones con elecciones de magistrados de la Corte Constitucional ternados por Palacio.
¿Cuál es su fortaleza política, doctor Roy Barreras?
Ninguna, no tengo fortalezas políticas, lo que tengo es sinceridad, franqueza. Hablo, hago y digo lo que me viene en gana porque creo que la vida hay que vivirla con ganas, hay que tener ganas de hacer las cosas.
Es obvio que no estará en el próximo gobierno de Vargas Lleras….
Cuando ponen todo tan rápido en la estufa se puede quemar. No estaré en el gobierno de nadie. Espero ayudar a concertar la paz, y quiero dedicarme de manera disciplinada y juiciosa a la literatura, esa es mi vocación, he publicado una novela, tengo otra a mitad de camino, publiqué un libro de poemas. Le voy a anunciar aquí lo que estoy escribiendo, voy a publicar un libro de poemas que se va a llamar "El Desamor", y espero tenerlo listo en un par de meses.
Lo veo jugándole a que a Vargas Lleras le vaya muy mal…
No, no, a mí me gustaría que le vaya bien al gobierno Santos. Él escogió a Vargas de vicepresidente, de ministro de Transporte, de ministro de Vivienda, de ministro de Minas, de ministro de Ambiente, él escogió a Vargas de gran ministro de la Presidencia. Necesito que le vaya bien para que le vaya bien a Colombia.
Roy Barreras y su exesposa Gloria Elena Arizabaleta
¿Qué opinión tiene del nombramiento de ministros y superministros?
El Presidente Santos está ejerciendo su fuero presidencial. Pero confieso que sus decisiones han provocado un verdadero terremoto político porque algunas de ellas son complejas.
Debo decir que se está concentrando el poder. El gran ganador de todo esto es el vicepresidente Germán Vargas Lleras, quien tiene ahora la gran responsabilidad de toda la infraestructura nacional, es decir de gobernar en la práctica. Y además el manejo de toda la política nacional con su amigo Néstor Humberto Martínez.
No había existido no solo un vicepresidente ni un funcionario, nunca, distinto a un presidente en ejercicio que tuviera tanto poder acumulado.
¿El presidente Santos le ha cedido a Vargas Lleras buena parte del poder presidencial?
Pues no falta que lo nombre sino Nuncio Apostólico para que pueda tener también el control sobre eso.
Ojo, no estoy diciendo que sea malo ni regular ni bueno, Vargas ha sido un gran ejecutor, Vargas hace las tareas que le ponen a hacer, las hace rápido, las hace bien. Que haga las carreteras, que haga los acueductos, que el gobierno funcione, y me parece que el presidente Santos tiene derecho a confiar casi que exclusivamente en él. Parece ya no confiar en ninguna otra persona...
¿Se duele de haberse retirado de Cambio Radical?
Fundé ese partido antes de que Vargas llegara. Vargas estuvo ahí como 10 años después. Lo que pasa es que las medidas tomadas para el control real del poder no parece que estén empoderando la educación sino la infraestructura y la política práctica. La educación no aparece allí en primera línea. Pero siempre y cuando se haga la paz a mí no me importa quién haga las carreteras.
¿Por qué se peleó con Vargas Lleras?
Así como hay amor a primera vista, a mí me pasó lo contrario con Vargas Lleras. El amor a primera vista es inexplicable, y lo contrario también es inexplicable. A veces sin motivos usted ve una persona y dice no tenemos química. Después encontré motivos, pero fundamentalmente este asunto de la paz, y también el carácter.
Germán Vargas es un hombre que tiene don de mando, y lo ejerce desde chiquito, es un hombre que nació en cuna presidencial, predestinado, de la nobleza criolla, y está acostumbrado a mandar.
Y yo no estoy acostumbrado a que me manden, la verdad seguramente es un defecto, pero estoy acostumbrado a ser libertario, autónomo, independiente. Mi padre me gritaba pero se murió hace 17 años.
Sin embargo, usted le ha obedecido primero a Vargas Lleras, después a Uribe y en los últimos años a Santos…
Nunca le he obedecido a Vargas Lleras. Recuerdo a Edgar Artunduaga, un senador independiente que decía y escribía, y escribe lo que le viene en gana. Eso he hecho yo.
Fundé Cambio Radical con otras personas cuando Vargas era samperista, nada tenía que ver con el partido. Me retiré de la política y me dediqué a la medicina. Cuando volví el dueño del partido era Vargas Lleras, y terminé saliéndome.
¿Y qué le pasó con Uribe?
Uribe es uno de los hombres con mayor liderazgo que yo he podido conocer, un líder portentoso.
Pero además intentó hacer la paz. Quiso hacer diálogos con el ELN en La Habana. Liberó a Granda para hacer la paz, Uribe invitó a Chávez a hacer la paz, Uribe metió a Piedad Córdoba en el proceso.
Uribe estuvo contemplando el despeje de Florida en el Valle del Cauca, Uribe firmó con su mano, con su puño y letra el indulto y reindultó al M-19, y no les exigió nada, ni verdad, ni justicia, ni reparación, ni un día de cárcel, nada. Con los crímenes del Palacio de Justicia incluidos y escrito eso con puño y letra. Es decir, ese Uribe le apostaba a la paz
Uribe cambió de opinión, ahora solo le apuesta a la confrontación militar, cambió de partido, se fue de la U, fundó otro, y tengo la impresión de que se volvió muy rabioso, no sé si serán los años o qué pero está demasiado bravo, muy refunfuñón, pelea mucho, y los colombianos le siguen queriendo. Bueno, siete millones porque la gente no votó por Zurriaga sino por Uribe.
Me pasa igual que cuando el papá se va de la casa, mi papá es buena persona, el viejo... pero el viejo jode mucho, el viejo está muy regañón, el viejo tira piedra, el viejo está equivocado. Demasiado bravo.
Muchos colombianos pensamos que usted se voltea mucho en política, en cada gobierno, cuando le conviene….
Nunca me he voltiado. Desde mi adolescencia hasta hace seis años solo milité en un partido, que fue Cambio Radical que fue lo que sobrevivió del Nuevo Liberalismo. Jamás me inscribí por otro partido. No me he cambiado sino una sola vez de partido que fue cuando rompí con Vargas, por las razones que hemos dicho, y terminé en el Partido de la U y ahí estoy, no me he cambiado más.
Pa' cambiarse Santos, pa' cambiarse Peñalosa, pa' cambiarse Vargas que fue samperista, fue uribista, que ahora es santista. Los que se han cambiado son los demás y no los critico. El que menos se ha cambiado soy yo.
¿Cuál es su opinión de Néstor Humberto Martínez, superministro?
Un hombre inteligente, que tiene una de las mejores características de la inteligencia, el buen sentido del humor heredado.
Me gusta que no nació entre cojines ingleses, no es de la nobleza criolla, no es un predestinado, es un hombre que viene por tradición de una familia sencilla, de clase media, trabajador, que ha ascendido por sus méritos.
Lo veo como ministro de la Presidencia allanándole el camino a Germán Vargas Lleras.
Roy, en su última campaña al senado.
¿Cómo ve el pleito por la Contraloría General?
Donde se incline el Partido de la U se inclinará la balanza. Lo que está en juego es el equilibrio de poderes de la política real.
Lo que Gaviria advierte, y no he hablado con él, es que la concentración de poder en la figura de Germán Vargas Lleras requiere de algún equilibrio. Estoy seguro que César Gaviria no está seguramente detrás de dos o tres puestos para Simón Gaviria, lo que necesita como jefe liberal es equilibrio de poderes, que entre otras cosas es lo mismo que exigían algunos compañeros míos del Partido de la U.
La democracia funciona mejor cuando hay varios partidos políticos que tienen su espacio para agitar sus banderas, y que tienen desde donde agitarlas. Si los partidos están aplastados, arrinconados, y hay un solo señor dominante, eso termina en abusos de poder.
¿Cabe la posibilidad de que el presidente Santos sea derrotado con su candidato Maya Villazón?
Ha pasado en un par de ocasiones, que el Congreso finalmente no vota por el guiño de Palacio; pasó con el procurador Alejandro Ordóñez. Y también ha perdido en otro par de ocasiones con elecciones de magistrados de la Corte Constitucional ternados por Palacio.
¿Cuál es su fortaleza política, doctor Roy Barreras?
Ninguna, no tengo fortalezas políticas, lo que tengo es sinceridad, franqueza. Hablo, hago y digo lo que me viene en gana porque creo que la vida hay que vivirla con ganas, hay que tener ganas de hacer las cosas.
Es obvio que no estará en el próximo gobierno de Vargas Lleras….
Cuando ponen todo tan rápido en la estufa se puede quemar. No estaré en el gobierno de nadie. Espero ayudar a concertar la paz, y quiero dedicarme de manera disciplinada y juiciosa a la literatura, esa es mi vocación, he publicado una novela, tengo otra a mitad de camino, publiqué un libro de poemas. Le voy a anunciar aquí lo que estoy escribiendo, voy a publicar un libro de poemas que se va a llamar "El Desamor", y espero tenerlo listo en un par de meses.
Lo veo jugándole a que a Vargas Lleras le vaya muy mal…
No, no, a mí me gustaría que le vaya bien al gobierno Santos. Él escogió a Vargas de vicepresidente, de ministro de Transporte, de ministro de Vivienda, de ministro de Minas, de ministro de Ambiente, él escogió a Vargas de gran ministro de la Presidencia. Necesito que le vaya bien para que le vaya bien a Colombia.
