En la tarde de este sábado 6 de junio, tres senadores de la República, Roy Barreas, Iván Cepeda y Antonio Sanguino, enviaron una carta al presidente Iván Duque y a la Fiscalía General, en la que afirmaban que se estaba armando un complot en su contra desde la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI).
Los congresistas que pertenecen a diferentes partidos políticos, denunciaron que una fuente les hizo llegar información de una reunión que se realizó el pasado 30 de marzo en una residencia del barrio El Salitre en Bogotá. En ella funcionarios de la DNI comentaron las directrices, según ellos, emanadas del propio Director de Inteligencia, almirante Rodolfo Amaya Kerquelen, en el sentido de adelantar seguimientos y acciones contra los legisladores.
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La grave denuncia fue respondida por la misma entidad pública que manifestó no estar planeando nada en contra de los senadores ni de realizar seguimientos irregulares, y rechazó la carta enviada al presidente.
"Todas las actuaciones de esta Dirección se desarrollan con transparencia, trazabilidad, respeto por la dignidad humana y los Derechos Humanos como lo norma la Ley 1621 del 17 de abril de 2013", expresó a través de un comunicado la DNI.
Igualmente dijeron estar atentos a prestar cualquier colaboración que se requiera para "certificar la rigurosidad de su actuar, que tiene por objeto “proteger los derechos y libertades de los ciudadanos y residentes en Colombia”, tal como lo ordena el Decreto 4179 de 2011 y lo ratifica la Ley de Inteligencia, anteriormente mencionada".
Lo cierto es que la denuncia ya fue enviada a diferentes autoridades y estas deberán resolver las dudas que tienen los legisladores frente a supuestas actuaciones de la DNI.
“Hemos denunciado esos hechos esta misma semana para su averiguación ante la Fiscalía General de la Nación. Este tipo de persecuciones son usuales en regímenes despóticos en los que se acalla a la oposición, pero no en regímenes democráticos” dijeron los senadores.
Y agregaron que resulta grave que “fuerzas oscuras ilegales persigan e intimiden a contradictores políticos, pero más grave serían aún que en dichas maniobras participen altos agentes y agencias del Estado”.
