El líder conservador británico, Boris Johnson, celebró el "irrefutable e indiscutible" veredicto a favor del Brexit que el electorado pronunció en las legislativas del 12 de diciembre, que ha asegurado su continuidad al frente del gobierno y la inminente retirada de la Unión Europea.
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"Parece que este Gobierno conservador de 'una nación' ha recibido un nuevo y potente mandato para ejecutar el Brexit, unir al país y avanzar hacia adelante", declaró el mandatario 'tory'.
Con el recuento completo en 649 de las 650 circunscripciones del Reino Unido, los conservadores amasaron 364 escaños, 48 más que en los anteriores comicios de 2017 y con una holgada mayoría de unos 80 en el Parlamento de Westminster.
Los laboristas sufrieron su peor derrota desde 1935 y terminaron la noche con 203 diputados, un déficit de 59 respecto a 2017.
Jeremy Corbyn confirmó su intención de ceder el liderazgo después de un "proceso de reflexión" sobre la dirección que debería emprender la formación progresista, que viró pronunciadamente a la izquierda bajo su mando.
Momentum, el movimiento de bases creado en torno a Corbyn, dio señales de su determinación por mantener una posición y programa radical.
"Es incuestionable que las políticas laboristas son populares y todos los sondeos indican que no hay apetito para retornar a la vieja estrategia centrista", declaró la coordinadora nacional, Laura Parker, en una nota remitida a Sputnik.
El llamado "muro rojo" de distritos laboristas del noreste de Gales y norte de Inglaterra, que votaron por el Brexit en el referéndum europeo, se tornaron azul en la mayor victoria conservadora desde 1987, cuando Margaret Thatcher se reafirmó en Downing Street.
Cayeron figuras emblemáticas del laborismo, como Dennis Skinner, el exminero de 87 años que ocupó el escaño inglés de Bolsover desde 1970.
Johnson reconoció al votante tradicional laborista que dio en esta ocasión la espalda al partido de izquierdas en disgusto por su ambigua posición ante el Brexit o por antipatía hacia Corbyn.
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"Puede que nos hayáis cedido el voto, que no os veáis como un tory natural, pero (…) nunca me tomaré vuestro apoyo a la torera", dijo el reconfirmado primer ministro.
El dirigente conservador quiere dirigir un "gobierno del pueblo", según el nuevo eslogan poselectoral, abierto a todas las corrientes ideológicas.
Su prioridad será la ratificación del Acuerdo de Retirada de la UE para ejecutar el Brexit el 31 de enero de 2020.
Entonces comenzará la segunda gran fase del proceso separatista de la UE, con la negociación sobre la relación que Londres y Bruselas mantendrán después del periodo de transición, fijado actualmente dentro de un año.
En el reparto de votos, y a falta de los resultados de un distrito, los conservadores obtuvieron el 43,6 por ciento (un aumento de 1,2 por ciento respecto a 2017); los laborista, 32,2 por ciento (-7,8%); lib-dem, 11,5 por ciento (+4,1%); Verde, 2,7 por ciento (+1,1%).
El Partido del Brexit de Nigel Farage, con el 2 por ciento de votos, se quedó fuera de Westminster bajo el sistema mayoritario que castiga particularmente a los grupos minoritarios.
