Tiger Woods fue arrestado en las horas de la madrugada este lunes en Florida, Estados Unidos, por conducir bajo los efectos del alcohol o sustancias alucinógenas.
Las autoridades dejaron al golfista libre horas después, según informa el condado de Palm Beach.
Woods fue interceptado por la Policía local en la localidad de Jupiter a las 3:00 de la mañana. El deportista iba en su vehículo con sus cinco sentidos alterados.
El americano, considerado uno de los mejores en la historia del Golf, no juega desde hace varios meses producto de la lesión que sufrió en su espalda.
Tiger manifestó hace unos días que estaba terminando la recuperación y que pronto iniciaría sus entrenamientos para regresar al campo de juego.
"Mi único objetivo es la rehabilitación y hacer lo que los médicos me indiquen. Estoy concentrado en metas de corto plazo", señaló el golfista.
Sin embargo, este episodio no solo afecta su imagen personal, también su carrera profesional. Con 41 años el deportista buscaba regresar a la élite de esta disciplina pero sus inconvenientes personales no han permitido este objetivo.
Desde 2008 no gana ninguno de los torneos grandes del golf. Sus fanáticos en todo el mundo se acostumbraron a ver sus triunfos porque los rivales no podían detenerlo. Incluso, Woods estaba al nivel de otras leyendas deportivas como Roger Federer, Kobe Bryant y Lionel Messi.
Sus patrocinadores no vieron con buenos ojos que el atleta fuera detenido por consumir licor u otras sustancias y los contratos para el americano podrían terminar por este comportamiento.
No es la primera vez el golfista recibe un llamado de atención. Hace varios años muchos de sus vecinos en Florida afirmaban que no conducía de forma adecuada.
En redes sociales los fanáticos han expresado el malestar al ver como la estrella que ha sido ejemplo de muchos niños se ve envuelto en escándalos de este tipo.
