El presidente ruso, Vladímir Putin, lamentó la cancelación de la cumbre de los líderes de Estados Unidos y Corea del Norte, Donald Trump y Kim Jong-un, informó el Kremlin.
"El presidente está preocupado en general y lamenta la cancelación", dijo a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
El mandatario estadounidense, Donald Trump, canceló el jueves su reunión con el dirigente norcoreano, Kim Jong-un, que estaba programada para el 12 de junio.
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Trump argumentó que no era el momento apropiado para un encuentro con Kim, aunque dejó abierta la posibilidad para una reunión en el futuro.
Desde Pyongyang lamentaron la decisión del mandatario norteamericano y expresaron la disposición de celebrar una cumbre en "cualquier fecha y formato".
El viceministro de Exteriores norcoreano, Kim Kye Gwan, indicó que la medida del presidente estadounidense contradice las esperanzas de la comunidad internacional.
El diplomático señaló que urge una cumbre para rebajar la tensión entre los dos países.
"EEUU no está interesado en aliviar las tensiones en la península coreana"
El vicepresidente del comité Internacional del Senado ruso, Andréi Klímov, lanzó serios cuestionamientos a la política internacional del gobierno de Donald Trump y aseguró que no hay interés alguno por solucionar el conflicto con Corea del Norte.
"Si Seúl y Tokio van a apostar (respecto a Pyongyang) únicamente por Washington, es poco probable que avancen mucho ya que desde el punto de vista estratégico EEUU no estaba interesado (en la mejora de las relaciones con Corea del Norte) ni antes de Obama, ni con Obama, ni ahora", dijo.
Según el senador, la desescalada de la tensión en la península coreana quita la necesidad de bases militares estadounidenses en Japón y Corea del Sur, y por tanto se pierde la oportunidad de controlar con estas bases una vasta área, a saber, Rusia y China.
"A este respecto el asunto va mucho más allá de la península coreana", afirmó.
El mandatario estadounidense, Donald Trump, canceló el jueves su reunión con el dirigente norcoreano, Kim Jong-un, que estaba programada para el 12 de junio.
Trump argumentó que no era el momento apropiado para un encuentro con Kim, aunque dejó abierta la posibilidad para una reunión en el futuro.
