El director de Medicina Legal, Carlos Valdés, presentó este jueves su renuncia al cargo por lo que él calificó como un error en la lectura de las pruebas analizadas por el instituto, respecto al caso del Controller de la Ruta del Sol II, Jorge Enrique Pizano que falleció el pasado 8 de noviembre.
Las críticas a las pruebas recogidas sobre la muerte del testigo clave del caso de corrupción de Odebrecht, generó diversas dudas frente a la actuación del Instituto Nacional de Medicina Legal, porque según los últimos cuestionamientos, estas pruebas no son suficientes para determinar la causa de la muerte, dado que este jueves se conoció un informe sobre las pruebas que afirma que la sangre encontrada en una toalla, que sirvió para descartar la presencia de cianuro, no pertenecía a un ser humano.
"Mi equivocación obedeció a que por las características iniciales de la mancha asumí que se trataba de una mancha de sangre, que a partir de ese momento cometí el error de nunca preguntar su origen a los laboratorios y solamente me concentré a los resultados forenses de si correspondía o no al señor Pizano y si había o no allí cianuro", afirmó el hasta hoy director del instituto.
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Incluso el 19 de diciembre, el director cuestionó la validez de esas pruebas para afirmar que la causa hubiese sido la ingesta de cianuro o no, sin embargo, a los pocos días de la muerte había asegurado que ese químico no había sido hallado en los tejidos blandos del cuerpo de Pizano ni en su sangre.
"El resultado conocido es certero, es verídico, quiero reconocer ante todos, hoy, que solo conocí el texto hoy a mediodía, el texto del informe, que tiene toda la validez de los peritos", dijo Valdés respecto a las nuevas conclusiones forenses sobre las pruebas de Pizano. "Soy objetivamente el único responsable de haber firmado a la opinión pública que la mancha de que trata ese informe era una mancha de sangre humana, soy el único responsable", reiteró.
Finalmente aseguró que tras una reunión con el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, presentó su renuncia al cargo "porque mi trabajo de ocho años al frente del instituto no tiene por qué verse manchado", y agregó, "a Colombia le entrego un instituto con alta calidad científica, con unos peritos honestos, es el director el que cometió el error".
El sindicato de forenses ya había cuestionado esa prueba porque no se podía contrastar la sangre hallada en la toalla, como tampoco se podía analizar una prueba conservada en formol porque borraba las evidencias. En ese momento Medicina Legal rechazó las acusaciones argumentando la validez de los resultados, sin embargo, es un error en esos análisis lo que deja hoy a Valdés fuera del cargo.
