Colombia a través de una fallo de la Corte Constitucional en 2015 le puso el tatequieto al uso del glifosato que era mayormente utilizado para fumigar las plantaciones de hoja de coca por todo el territorio nacional.
Pese a que el herbicida era un aliado de la lucha antidrogas, la alta corte evaluó una tutela interpuesta por una comunidad indígena del Guaviare que atribuyó al pesticida afectaciones a su salud desde el 2005.
Por lo que la Corte exigió al gobierno "se busque una forma alternativa con otra sustancia química no tóxica, o bien esta se realice bajo estrictos controles y minimizando los potenciales efectos negativos que esta pueda llegar a tener sobre las comunidades étnicas”.
Al igual que en Colombia, en otros países el uso de este químico ha sido restringido por los daños a la salud que puede causar, si bien no se ha prohibido totalmente la lucha contra este herbicida parece estar muy joven.
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Uno de ellos es Estados Unidos, aunque es parcialmente utilizado para diferentes zonas de la agricultura, en agosto de 2018 las justicia norteamericana le ordenó a Monsanto pagar casi 290 millones de dólares a Dewayne Johnson, un jardinero con un cáncer quien responsabilizó al herbicida por su enfermedad.
Monsanto, que es una de las compañías más grandes en la producción y venta de glifosato, perdió el caso por no advertir los riesgos de contraer cáncer al usar este químico.
Por otro lado los países pertenecientes a la Unión Europea (UE) renovaron a fines de 2017 la licencia para el uso del glifosato, con una licencia de tan solo 5 años, por lo que se prevee que la eliminación del glifosato podría ser en corto plazo.
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Francia por su lado, en cabeza de Emmanuel Macron, está buscando la prohibición del químico. En 2017 le prometió a los ciudadanos que el uso del glifosato será prohibido en su totalidad para el 2022, este país es uno de los que se opuso a la nueva licencia concedida por la UE de cinco años más de uso.
Argentina, ha logrado deshacerse del herbicida por regiones, hasta el momento según El Tiempo, 12 ciudades del país prohíben el uso, la venta y la comercialización del herbicida, teniendo en cuanta que es un país potencia de producción de soja a la que le invierten cantidades de glifosato.
