Nahro al-Kasnazan, un rico jeque iraquí que aboga para que Washington tenga una férrea posición frente al Gobierno iraní, pasó 26 noches en un hotel de Washington propiedad del presidente de EEUU, Donald Trump, según reveló un reportaje del Washington Post.
El controversial personaje se quedó en el Trump International Hotel y fue el huésped con la estadía más larga registrada en una lista de más de 1.200 "personajes VIP", con un costo de decenas de miles de dólares, según publicó el prestigioso diario estadounidense.
[single-related post_id="1082334"]
El hotel es reconocido porque tienden a quedarse dignatarios extranjeros, adeptos del Partido Republicano y miembros de la élite empresarial global. Entre estos últimos está Al-Kasnazan, quien además es conocido por sus esfuerzos para impulsar los ataques militares en contra del Gobierno iraní.
El hotel aseguró que donó las ganancias obtenidas por la estadía del jeque, cuya suma no quiso revelar, al Departamento del Tesoro con base en una política voluntaria que pretende rechazar las críticas contra el presidente, que aseguran que este tipo de ingresos viola la cláusula sobre salarios oficiales establecida en la Constitución, que impide a los presidentes recibir pagos de gobiernos extranjeros.
[single-related post_id="1109958"]
Sin embargo, no está claro por qué se donó este dinero al Gobierno, si Al-Kasnazan no es un funcionario oficial del Gobierno de Irak, es más, tiene asuntos legales pendientes en su país. Lo que llama la atención es que el jeque se considera a sí mismo como el próximo presidente de Irak, y ayudó a la invasión del país cuando Sadam Husein estaba en el poder.
Al-Kasnazan, quien proviene de una influyente familia sufí, no tiene reparos en sus agendas políticas y económicas, y dice: "Estamos buscando oportunidades" con el Gobierno de Trump. El portavoz del jeque aseguró al Post que pagó personalmente el costo de su estadía.
