La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) informó que las autoridades están investigando un presunto abuso sexual que tuvo lugar en un puesto de protección fronterizo en Arizona después de que una menor de edad detenida realizó la denuncia.
Según NBC News, que tuvo acceso a un reporte interno, la niña de 15 años proveniente de Honduras dijo que un oficial de la CBP metió sus manos a su brassier, le bajó la ropa interior y la tocó diciéndole que era una requisa de rutina.
La víctima señaló además que el funcionario la avergonzó en frente de los otros migrantes que estaban con ella, mientras que sus compañeros se reían con el mientras veían la escena.
Este miércoles, el Washington Post confirmó que la CBP confirmó que el caso estaba siendo investigado.
“Las alegaciones no están en línea con la práctica común que se realiza en nuestras instalaciones y serán investigadas por completo”, declaró un portavoz de la CBP al Washington Post.
“Es importante señalar que la alegación de abuso sexual ya está siendo investigada por la oficina del inspector general del Departamento de Seguridad Nacional”.
El acoso y el abuso sexual es el más reciente caso de trato indignante que han reportado los migrantes que se encuentran en los centros de detención en la frontera de Estados Unidos.
Este lunes, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo estar “profundamente impactada” por las condiciones, en referencia a los hacinados centros en los que les niegan a los migrantes detenidos sus necesidades más básicas.
“Como pediatra, pero también como madre y como ex jefe de estado, estoy profundamente impactada de que los niños tengan que dormir en el piso de las instalaciones sobrepobladas, sin atención médica adecuada o comida, y con condiciones sanitarias deficientes”, declaró la oficina de Bachelet en un comunicado.
Grandes masas de migrantes de América Central recorren cientos de millas cada año, cruzando desiertos y ríos hacia Estados Unidos, en un intento por huir de la violencia y la pobreza en sus países de origen.
El enfoque radical del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la inmigración legal e ilegal ha sido objeto de críticas, especialmente desde que casi una docena de migrantes murieron debido a la negligencia de los funcionarios y las malas condiciones sanitarias mientras estaban bajo la custodia de Estados Unidos en los centros de detención fronterizos.
