El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, dijo que su país comenzará a levantar su aislamiento a partir del 4 de mayo, lo que permitirá que algunas empresas clave se reinicien después de siete semanas de inactividad.
En una conferencia de prensa muy esperada dada este domingo por la noche, Conte anunció el inicio de la "fase 2" de contención del coronavirus, que hasta ahora ha cobrado más de 26.600 víctimas e infectado a más de 106.000 personas en el país.
Sin embargo, Conte les advirtió a los italianos que relajar el bloqueo no significará el fin de las reglas de distanciamiento social, que son necesarias para evitar un nuevo aumento en la curva de contagio.
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Los movimientos de personas dentro de las regiones aún se limitarán por motivos estrictos de salud, emergencia y trabajo.
"Si amas a Italia, mantén la distancia", dijo Conte, quien agregó que este es el comienzo de una nueva fase de la pandemia, en la que los italianos coexistirán con el virus.
El primer ministro agregó que los parques y jardines públicos se volverán a abrir y que las personas podrán visitar a sus familiares si viven en la misma región.
Sin embargo, durante las reuniones familiares las personas deberán seguir usando máscaras protectoras y no podrán celebrar fiestas privadas.
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Conte enfatizó que si las personas rompen las reglas la curva de contagio aumentará nuevamente, arriesgándose a salir de control. "Las muertes aumentarán y tendremos un daño irreparable a nuestra economía", dijo.
A partir del 4 de mayo, se reiniciarán todas las actividades productivas en los sectores de fabricación y construcción, pero las empresas deberán asegurarse de que se cumplan todos los protocolos de seguridad recientemente introducidos.
Los funerales también se permitirán, pero deberán celebrarse al aire libre, con no más de 15 participantes.
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Conte dijo que si todo va bien las tiendas minoristas podrán reabrir más adelante en mayo, mientras que los restaurantes, cafeterías y peluquerías lo harían el 1 de junio. No obstante, las escuelas no volverán a abrir hasta septiembre.
El gobierno italiano también está trabajando en un nuevo paquete de medidas destinadas a apoyar la frágil economía del país, que se dirige a una contracción del 8% este año.
