Un reciente informe publicado por organización ecologista Mighty Earth, asegura que el crecimiento en los niveles de contaminación en el Golfo de México se debe a la presencia de la industria cárnica en este territorio, ya que este sector que es tan importante para la economía de diferentes países como Estados Unidos, contamina las fuentes de agua con estiércol y fertilizantes.
El estiércol de las reces, el uso de fertilizantes en los cultivos de maíz y soya, están creando una de las mayores zonas muertas en esta región del continente. Este fenómeno se presenta entre la primavera y el verano de cada año, cuando el agua cargada de nutrientes del río Mississippi fluye hacia el Golfo de México y actúa como un potente fertilizante, provocando un importante crecimiento de algas.
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"Los desechos de alga muerta que caen en el fondo del mar, provocan que casi todo el oxigeno disponible en el agua se agote, esta condición es llamada hipoxia. La falta de oxigeno en el agua sofoca todo organismo viviente y provoca las denominadas zonas muertas (...) Los peces y camarones son lo suficientemente móviles como para nadar y escapar de la zona. Sin embargo, animales que viven en el fondo como los cangrejos, las estrellas de mar y otros no pueden escapar y mueren", afirma un apartado del estudio.
Los primeros en hacer un llamado de atención a los países que tienen dominio sobre el golfo (México, Estados Unidos y Cuba) fueron los movimientos ambientalistas de los tres países, ya que este espacio es fundamental para la preservación de las especies que habitan estos territorios y otros ecosistemas.
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Por lo pronto, ONGs como Greenpeace, esperan la conformación de un plan que mitigue las consecuencias ambientales de la industria cárnica en los diferentes países de latinoamérica, ya que estos son los principales proveedores de estos elementos a las grandes potencias de Europa y Asia. Asimismo, exigen a Estados Unidos y México reducir el impacto respecto a la emisión de componentes contaminantes que afectan las fuentes hídricas y aire.
