Una de las principales preocupaciones en el mundo son los flujos migratorios forzosos. Si bien durante toda la historia de la humanidad ha sido una necesidad que las personas abandonen sus lugares de origen, actualmente miles lo hacen porque no les queda otra opción.
Cuando se habla de desplazamientos la causa más común es la violencia, sin embargo, una parte del registro de migrantes se debe al calentamiento global.
La agencia de los refugiados para la ONU, Acnur, tiene como uno de sus frentes de trabajo a la migración a causa de los cambios ambientales y estima que, en promedio, desde 2009 cada segundo ha sido desplazada una persona por el clima o por eventos relacionados con este.
Motivados en esta razón, hay quienes proponen que el concepto refugiados se amplíe creando una categoría para aquellos grupos poblacionales que han necesitado moverse a otras tierras por problemas en el medio ambiente. Esta definición todavía no ha tomado mucha fuerza en las esferas gubernamentales, pero sí es claro que uno de los atenuantes de la pobreza en algunas zonas del mundo tienen relación directa con el medio ambiente.
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Algunos registros demuestran que desde 1850 la temperatura global ha aumentado progresivamente cerca de 1.5 grados y el impacto ha sido mayor en algunas otras regiones específicas, lo que en algunos casos ha causado que en dichos lugares sea inviable vivir del cultivo de ciertos productos que mantenían su economía.
Acnur muestra un ejemplo de grandes movimientos de migrantes por motivos ambientales que se opacó a causa de la situación de violencia política: Siria. Dice que desde 2006 alrededor de un millón y medio de personas abandonaron sus campos y se trasladaron a grandes ciudades a causa de una sequía. Si bien es conocido por todos que este país es uno de los mayores generadores de migrantes en el planeta, no es muy frecuente que el caso sea recordado.
Algunos programas ambientales se focalizan en regiones que sufren grandes movilizaciones de personas por el calentamiento global porque es claro que para frenar estos movimientos necesitan recursos y compromiso en otros países.
