El cuerpo sin vida de
Ellie Gould fue hallado en uno de los cuartos de su casa ubicada en Wiltshire, Inglaterra. A simple vista se notaba la cruel forma en la que le habían dado muerte:
tenía varias heridas propinadas con arma blanca. Acababa de cumplir 17 años.
Los hechos ocurrieron el pasado 3 de mayo de este año. Sin embargo, su muerte volvió a ser noticia luego de que
Thomas Griffiths, de la misma edad, confesara haber cometido el atroz asesinato ante el Tribunal de la Corona de Bristol.
Tras la declaración, el juez del caso levantó las restricciones de los informes de la investigación adelantada y calificó el hecho como un "crimen extremadamente grave", según reportó la BBC.
Era amigo de la víctima
Los dos jóvenes se conocían desde pequeños, debido a que estudiaban en la misma institución educativa y vivían a pocas cuadras.
Al parecer, ese día Thomas citó a Ellie para dialogar y cuando se encontraron, este le pidió que fuera su novia, pero ella no aceptó. Ante la negativa, el sujeto se enfureció y le propinó varias puñaladas a la mujer hasta causarle la muerte.
El joven fue capturado a las pocas horas por los agentes policiales, luego de ser señalado como el principal sospechoso del crimen. Desde ese momento fue enviado a prisión preventiva.
Aunque en el juicio aseguró que no había visto a Ellie el día de su muerte, después cambió la versión y dijo que había sido él la persona que le había quitado la vida a su compañera de estudios.
Thomas Griffiths podría enfrentar cadena perpetua por este asesinato. Su sentencia se sabrá en el mes de noviembre. Mientras tanto seguirá detenido por la justicia.
