La facundia optimista del Ministro de Hacienda

Que lo tenga todo el país bien claro, incluyendo el Vicepresidente Vargas Lleras: la situación económica está muy complicada, aunque el Ministro de Hacienda se adorne con la facundia propia de los economistas que siguen pintando bellezas donde ya se asoma el desastre. El Ministro Cárdenas le ha bajado a la elocuencia, tras el análisis que hicieron en Washington las entidades multilaterales. “El mensaje que se deriva y se desprende de esas reuniones -me dijo Cárdenas- es que América Latina está en un proceso de desaceleración, que va a crecer relativamente poco este año. Se está hablando de un pronóstico de crecimiento inferior al 1 por ciento. De manera que esa es la realidad, ese es el entorno”. La razón es la caída de los productos básicos, de los minerales, el petróleo, algunos alimentos, que son los principales productos que exporta América Latina. En ese contexto -nos anima, es su obligación- la economía colombiana sale bastante bien librada porque seguimos siendo, en medio de una fuerte desaceleración en América Latina, una de las que más crece. No lo mismo cuando los precios del petróleo estaban en los 100 dólares por barril, hoy entre 50 y 60 dólares. Ese nuevo escenario, esa nueva realidad, nos impacta, es un choque fuerte, es nuestro principal producto de exportación, pero en el contexto regional no nos deja mal parados porque seguimos siendo con Perú una de las dos economías que más crece. Todo el sector petrolero está afectado en sus inversiones, y todas las empresas que hoy les aportan sus servicios o insumos. Somos espectadores, no tenemos una producción de petróleo suficientemente grande como para influir en el precio del petróleo a nivel mundial, por lo tanto tenemos que asimilar lo que dictan y determinan esos mercados. Los efectos serán directos y fuertes en materia fiscal, porque el petróleo genera unos ingresos fiscales importantes a la Nación. Más o menos el 16 o 17 por ciento de los ingresos del gobierno vienen del sector petrolero proveniente de los impuestos que pagan las empresas petroleras, o los dividendos que retribuye Ecopetrol. El Ministro considera, sin embargo, que ese impacto fiscal (un mensaje de tranquilidad, ni más faltaba que hiciera lo contrario) está bastante controlado “porque hemos sido previsivos, basados en una reforma tributaria que genera unos ingresos adicionales.  Además del recorte del presupuesto realizado a principios del año, para acomodarlo al nuevo momento. El ministro Cárdenas, quien acaba de chocar las manos en son de paz con el Vicepresidente Vargas Lleras (lo había regañado), comparte que ISAGEN hay que venderla, entre otras cosas, para que el vicepresidente se luzca en su empeño de llegar a la Presidencia, puesto que también pretende Cárdenas. “Es una empresa que genera energía eléctrica en un sector donde hay bastante competencia, y una enorme presencia mayoritaria de generadores privados. No vamos a perder un peso del patrimonio. Sólo vamos a cambiar un activo por otro, pero en ese proceso vamos a generar más empleo, más competitividad. Vamos a resolver un cuello de botella que ha sido un freno a nuestro crecimiento económico, la precariedad de nuestra infraestructura de transporte. Al país sí le hace un gran bien poder utilizar esos recursos para construir infraestructura, especialmente porque nos va a permitir mantener la economía con un buen dinamismo, y sobre todo la generación de empleo. Según Cárdenas, al colombiano que necesita un empleo o mejorar su ingreso, le sirve mucho más que esos recursos que tenemos invertidos en hidroeléctricas los convirtamos en inversión nueva, por hacerse, en infraestructura de transporte.