Timo está feliz porque tiene trabajando a los candidatos presidenciales en su consigna de alcanzar el poder para las FARC, combinando todas las formas de lucha. Solo Duque se opone y por eso es el blanco de rastreros ataques desde todas las campañas, en gavilla, pero por eso va de primero en las encuestas y ganará la presidencia, como el único dique de Colombia contra la desprestigiada careta de la paz de los acuerdos y la Cubazuela que nos ofrecen.
Sin embargo hay mucha gente que sigue a la gavilla, como a Hamelín, el flautista que embobó con su música a las ratas y las hizo saltar al abismo.
Vargas Lleras, el timo tapao de Timo, fue vicepresidente, cómplice y pana de Santos, y ahora posa como su enemigo, para embobar incautos. Su gobierno sería una fotocopia de Santos, quien le alineó la mermelada y la bazofia de los políticos.
Petro, el timo destapao de Timo, adorador de Chávez, Castro y Maduro, tiene por pasión la mentira y considera que los escrúpulos morales fastidian la política. Llevaría a Colombia a la ruina con la expropiación y el socialismo chavista.
Fajardo es el timo disimulao de Timo, quien con pose de intelectual de magazine, sigue las instrucciones de Santos en el apoyo incondicional a los acuerdos.
Timo retiró hábilmente su candidatura, para que sus tres timos se rompan las narices por las FARC, porque con cualquiera que gane, ellas saldrán vencedoras con su violencia, su narcotráfico y su impunidad.
La gavilla trata de enlodar a Duque con calumnias, porque es un hombre auténtico, que no tiene rabo de paja. Ni el anticapitalismo burgués de Petro, ni la erudición de Google de Fajardo, ni el nuevo antisantismo de Vargas. Esos tres son un canto de sirenas, una sinfonía de Hamelín, idiotizadores para abrir el camino a las FARC y medrar en el exiguo tesoro nacional, raspado por Santos.
Las burdas encerronas de la gavilla, se les devolvieron, hicieron crecer a Duque. Lo acusaron de izquierdista ante la derecha y de extrema derecha ante la izquierda, y Duque se irguió como hombre de centro, equilibrado. Lo acusaron de enemigo del magisterio, pero se le reconoció por ser profesor toda su vida, que conoce el valor de los maestros y que no está contaminado de odio ni resentimiento. Los maestros no tendrán mejor representante que Duque.
Santos y las FARC tienen toda la artillería dispuesta, la mermelada para los políticos y las flautas para las universidades y los incautos.
Colombia contra la falsedad y la mentira debe votar al unísono por Duque este 27 de mayo. A vencer en primera vuelta para no darle oportunidad al fraude.
