Cuestión de marca

Vie, 19/01/2018 - 08:51
A pesar del espíritu triunfalista de la oposición como se diría en el lenguaje de la oposición, lo cierto es que así el rating, digo lo contrario “Garzón vive” es un producto ganado
A pesar del espíritu triunfalista de la oposición como se diría en el lenguaje de la oposición, lo cierto es que así el rating, digo lo contrario “Garzón vive” es un producto ganador entre el gusto y preferencia de los televidentes. Con pocas emisiones al aire, es la comidilla en todos los círculos sociales la puesta en escena de la vida del politólogo y crítico de los Gobiernos hasta el momento de su asesinato en el año 1.999.  Eso es el mal real indicativo de que están viendo los Colombianos en éstos momentos en la pantalla chica. Con lágrimas en los ojos muchos Caracoleros hablan conmovidos de la escena emitida el martes, cuando Jaime voltea a mirar a su asesino y con cara de resignación espera las balas que finalmente acaban con su vida, es la crónica de una muerte anunciada como muchas en el país. El verdadero medidor en este caso es el boca a boca que habla y se regodea con lo visto la noche anterior en el capítulo de “Garzón vive”.  Curioso todos se refieren a la estremecedora escena y nadie comenta nada de lo sucedido en el capitulo de “Tarde lo conocí” la vida de Patricia Teherán que marca sobre 14 puntos de rating en Ibope, mientras Garzón está sobre los 6 puntos, lo dobla y un poquito más.  Entonces dónde está el fenómeno de sintonía de la competencia en el rating. Sencillo: es cuestión de marca. Desde que comenzó RCN TV a caer en desgracia con sus seguidores, supuestamente por el color político impreso en sus informativos Caracol se fue en ventaja con sus noticieros por tener el tratamiento de la noticia de una manera diferente. Para algunos más objetivo, imparcial y no con una oposición tan marcada. De ahí en adelante dándole un excelente arrastre al programa siguiente, porque aquí influye mucho eso los productos de RCN TV cayeron en desgracia bajando sustancialmente en la marcación así su propuesta fuera excelente. Y ahí nos quedamos. Cualquier programa de la parrilla de Caracol generalmente marcará mucho más que su competencia si es que la hay. Esa es la tendencia desde hace cuatro años más o menos. En la franja prime coloquen lo que coloquen en este canal siempre estará por encima de los diez puntos, porque los televisores ya se quedaron anclados ahí sin darle la menor oportunidad al enfrentado. O, sino analicemos los rating desde hace años. No se mueven de las misma cifras. “La ley del corazón”, la lucho y por su contenido y calidad logró hacerse a un rating propio que llegó casi hasta las nueve puntos de sintonía. Pero fue la excepción. Otro producto de altísima calidad como “La luz de mis ojos”, sobre el porro, fue macheteado y casi sacado a sombrerazos por su rating sobre cuatro puntos y para darle paso a la nueva parrilla de la programación 2018. Punto en contra para RCN TV. Así cualquiera se ufana de la sintonía. La marca es la que hala en la mayoría de las oportunidades. En estos momentos estamos de acuerdo que cualquier propuesta que salga por Caracol estará arriba del enfrentando porque tienen rating fijo con un promedio de doce a catorce puntos, como RCN también lo posee en un promedio de seis puntos, sin tendencia a subir. En las redes sociales, el vehículo de opinión de los nuevos televidentes “Garzón vive” es éxito total, ojalá ésta marcación se trasladara a los estudios de Ibope sobre televisión tradicional para que se le hiciera justicia al canal pechi- amarillo, porque la respuesta es arrasadora. Desafortunadamente no es así, no son los aparatos digitales los medidos por el sistema tradicional, por eso hablo del boca a boca. Ojalá y la gente le diera una oportunidad a “Garzón vive”; se encontrarán con un excelente producto sobre la vida de un joven que le aportó tanto al país hasta su vida le dio.  Bueno para las nuevas generaciones sin ningún compromiso para la tierra dónde viven, aprenderían muchísimo de él.  Así igualmente podrían exigir. Lo de menos aquí es el brillo, el color la imagen. “Garzón vive” es él Jaime Garzón, sin adornos ni oropeles. Asesinado a los 39 años de edad. ¿Qué tal si lo hubieran dejado vivir más tiempo, quién sería hoy? Un verdadero líder de cambio.
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