¿Quien ganó ese primer round? Sin duda que Minhacienda, piensa el periodista, economista y consultor Silverio Gómez, “porque se puso a la par del vicepresidente de la República”.
Pero el combate quedó planteado y tiene nuevos capítulos.
Los dos funcionarios más fuertes del gobierno tienen sus argumentos para defender el trabajo ante la opinión pública. Vargas, quien ha asumido el papel de Ministro de Infraestructura, posa como un gran ejecutor de la modernización vial del país, que nadie habia podido lograr.
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Y Cárdenas hace gala de su responsabilidad para cuidar los recursos y en épocas de vacas flacas tiene que apretar para evitar un desbordamiento del déficit fiscal pero se cuida con mucho tino de que la clase política no quede abandonada en el presupuesto.
Para eso maneja con gran astucia el presupuesto nacional y las regalías, asuntos en los que tene gran experiencia. Silverio hace estas consideraciones, a instancias de KienyKe.com.
Vargas Lleras y Cárdenas pasan por su mejor momento y son figuras en la baraja presidencial de 2018. El vicepresidente se considera sucesor natural del presidente Santos y se cree responsable del triunfo de Santos en 2014 y del alcalde Peñalosa en 2015. Aparece en fotos y videos firmando contratos para hacer obras en todo el país y se expone lo menos posible en temas como la paz. La campaña en televisión de su trabajo en la vicepresidencia es muy efectiva y el nuevo Fiscal Martínez Neira es de su cuerda.
Cárdenas tiene su propio cartel. Ya se ha curtido en el manejo de los asuntos públicos con su paso por los ministerios de Desarrollo, Transporte, Minas, Planeación Nacional y ahora, Hacienda, cosa que solo Juan Manuel Santos ha hecho con tres ministerios y sin haber haber participado en una elección llegó al Palacio de Nariño, le gusta la política y no desaprovecha oportunidad para inaugurar obras y hablar con la gente del pueblo con buen discurso en la plaza pública, tiene muy buenas relaciones con el sector privado y los agentes externos y ha logrado hacer equilibrios como pocos: es amigo de Juan Manuel Santos y de Andrés Pastrana.
El partido Conservador tiene a Cárdenas como una de sus pocas opciones reales y el Partido de la U lo considera una de sus cartas para enfrenttar a Vargas Lleras en el 2018. Cárdenas lo sabe, por lo que ha venido estrechando sus relaciones con ese partido, a través de la relación con la bancada del Congreso y en particular con la gente de la Costa, en la que se supone Vargas Lleras tiene un gran fortin politico.
Varias congresistas costeños consideran a Cárdenas como su aliado. Pero no solo eso. Cárdenas tiene su propia cauda en los poderosos electorados de los departamentos cafeteros y Antioquia, por su ancestro y origen político. Y nadie lo puede acusar seriamente de hacer política con el presupuesto. O si no que lo diga el alcalde Pañalosa a quién le apoya sin reparo alguno en su metro aéreo. Y todo esto pone nervioso a Vargas Lleras y lo limita en sus reparos ala gestión en Hacienda.
Ambos funcionarios alegan que Minhacienda no los tuvo en cuenta y les ocultó informción en el Consejo de Ministros cuando se presentó la reforma tributaria.
Y por eso la dura reacción del Vicepresidente, tema en el que se la jugó toda, incluso poniendo a prueba su relación con Juan Manuel Santos.
Nadie sabe qué va a pasar, pero lo que sí no se puede desconocer es que este es un pulso de dos pesos pesados, para suceder al presidente santos y que como se dice “están jugados”: Germán Vargas Lleras y Mauricio Cárdenas Santamaría.
¿Quién ganará? Se abren las apuestas, incluyendo una partida de poker en la que Santos es gran jugador.
Cárdenas tiene su propio cartel. Ya se ha curtido en el manejo de los asuntos públicos con su paso por los ministerios de Desarrollo, Transporte, Minas, Planeación Nacional y ahora, Hacienda, cosa que solo Juan Manuel Santos ha hecho con tres ministerios y sin haber haber participado en una elección llegó al Palacio de Nariño, le gusta la política y no desaprovecha oportunidad para inaugurar obras y hablar con la gente del pueblo con buen discurso en la plaza pública, tiene muy buenas relaciones con el sector privado y los agentes externos y ha logrado hacer equilibrios como pocos: es amigo de Juan Manuel Santos y de Andrés Pastrana.
El partido Conservador tiene a Cárdenas como una de sus pocas opciones reales y el Partido de la U lo considera una de sus cartas para enfrenttar a Vargas Lleras en el 2018. Cárdenas lo sabe, por lo que ha venido estrechando sus relaciones con ese partido, a través de la relación con la bancada del Congreso y en particular con la gente de la Costa, en la que se supone Vargas Lleras tiene un gran fortin politico.
Varias congresistas costeños consideran a Cárdenas como su aliado. Pero no solo eso. Cárdenas tiene su propia cauda en los poderosos electorados de los departamentos cafeteros y Antioquia, por su ancestro y origen político. Y nadie lo puede acusar seriamente de hacer política con el presupuesto. O si no que lo diga el alcalde Pañalosa a quién le apoya sin reparo alguno en su metro aéreo. Y todo esto pone nervioso a Vargas Lleras y lo limita en sus reparos ala gestión en Hacienda.
El poder de Vargas Lleras
Vargas tiene también sus propias cartas, muy poderosas, la primera de las cuales es su cercanía con el Centro Democrático y en particular con Álvaro Uribe Vélez, relación que ha recuperado y ha comenzado a cultivar. Se ha reunido con el expresidente no menos de tres veces en la finca familiar de Bojacá, en Rionegro tierra de Uribe y en Miami. Y nadie puede ocultar su cercania ideológica en el tema de los acuerdos con las Farc, en los que Vargas cada dia se aleja más de Santos. Mientras tanto, Cárdenas no tiene buenas relaciones en la gente del CD. Pero además el vicepresidente tiene una “piedra en el zapato” con Santos, pues sus amigos cercanos le han dicho que desde Palacio se está montando la campaña con Cárdenas o con Humberto De la Calle con la complacencia del primer mandatario y la jefatura de César Gaviria, con el objetivo de atajarlo en el 2018. De la Calle quedó golpeado con los resultados del plebiscito, por lo que Vargas Lleras no lo ve como contricante, al menos por ahora. No pasa lo mismo con Cardenas. La reforma tribuataria es sin duda un riesgo muy grande para la estrategia política de Cardenas. Y Vargas Lleras lo sabe y ha enfilado baterías contra el Ministro, para lo cual tiene sus alfiles en el gobierno, los Ministros de Vivienda y de las TICs, sectores a los que Cárdenas no “protegió” en la reforma.
Ambos funcionarios alegan que Minhacienda no los tuvo en cuenta y les ocultó informción en el Consejo de Ministros cuando se presentó la reforma tributaria.
Y por eso la dura reacción del Vicepresidente, tema en el que se la jugó toda, incluso poniendo a prueba su relación con Juan Manuel Santos.
Nadie sabe qué va a pasar, pero lo que sí no se puede desconocer es que este es un pulso de dos pesos pesados, para suceder al presidente santos y que como se dice “están jugados”: Germán Vargas Lleras y Mauricio Cárdenas Santamaría.
¿Quién ganará? Se abren las apuestas, incluyendo una partida de poker en la que Santos es gran jugador.
