Roy Barreras el doctor de la politiquería

Escribir esta columna me tenía en contradicción si pasaría el límite personal, ético, de no utilizar espacios de opinión para dirigir misiles de palabras contra la privacidad del ser humano. He defendido el derecho que tienen políticos y funcionarios públicos a tener vida privada, a no utilizar ni escarbar  en su intimidad para mezclarla en malversaciones que se le pueda tener al hombre público. El hombre público debe responder por sus actuaciones públicas, y su vida privada debe ser la columna moral para soportar la dura tarea de ser funcionario del Estado. Existe de todo en el Congreso, como en botica: el Congreso es el salpicón de lo que somos como sociedad. Hay parlamentarios que no se les puede exigir mucho, por naturaleza son mediocres, les tiemblan los pantalones y la voz para hablar en el atril del congreso, a otros es que la cabeza nos les da más. Existe un grupo de parlamentarios que pertenecen a las grandes ligas, brillan por su liderazgo, coherencia ideológica, capacidad para interpretar las necesidades del país y debatirlas en el congreso. Con algunos no se podrá tener identidad política, pero eso no impide elogiar sus capacidades como sucede con Robledo, Avellaneda, o los ex Petro y Piedad Córdoba. En este Congreso hay buenos Senadores: Juan Lozano, Juan Mario Laserna, Gilma Jiménez, Juan Carlos Vélez, el frío Juan Manuel Galán o el antipático Armando Benedetti; Pero existe un Senador con una particularidad bien especial, que reúne la sumatoria de lo que no debe ser un político, un congresista. Roy Barreras  representa el “doctorado” de la politiquería colombiana: incoherencia, zalamería, oportunismo, burócrata, arrogante, de risa postiza, lagarto y con metamorfosis política. Dice que comenzó en el galanismo, mudo entre conservadores y liberales en el Valle del Cauca, transitó por él Pastranismo con Claudia Blum, se eligió representante a la Cámara por Cambio Radical aprovechando la buena imagen del Senador Germán Vargas Lleras. En su ejercicio como Parlamentario se pega a las tesis del ex presidente  y atiza la división entre su jefe político Vargas Lleras y el ex presidente Uribe. Expulsado por el Comité de Ética de Cambio Radical por apoyar la reelección, busca refugio en el partido de gobierno. La U lo abriga por su "lealtad y defensa de la Seguridad Democrática" este triple salto mortal lo aprovecha para crecer en burocracia y poder a nivel regional y nacional a expensas  de la ya quebrada CAPRECOM. Su rabiosa, ortodoxa y mezquina forma de defender al gobierno del Ex presidente Uribe, más que ayudarle, le generó mezquindades en el Partido Liberal y el Polo Democrático, quienes agudizaron la  confrontación política por las diferencias que tenían frente a la plataforma de la Seguridad Democrática. Tesis avaladas en las urnas en dos ocasiones y que redujo a la mínima expresión electoral a los partidos tradicionales . Un Uribe con la máxima popularidad de la historia, un Partido de La U con mayorías en el Congreso, facilitaron la elección del Presidente Santos y ahí pegadito el camaleón del Roy Barrera. Santos comienza su gobierno con la doctrina "Solo los estúpidos no cambian de opinión" y quién dijo miedo, Roy Barrera se matricula en esa escuela y comienza a ser el mejor palafrenero del nuevo gobierno y mensajero de las tesis de "Mi nuevo mejor amigo". Elegido Presidente del Senado como premio a su "lealtad" es ahora defensor y vocero del proceso de Paz, de las negociaciones, de que Timochenko sea su colega en el Senado de la República y contradictor de su antiguo ídolo Uribe. Todo se puede resistir o digerir, pero lo que sí es censurable y reprochable es la fijación mal intencionada que tiene Roy Barreras por el Vice Angelino Garzón. dicen los conocedores que esta malquerencia viene desde la  Gobernación del Valle, cuando Angelino no aceptaba su estilo tendencioso y grosero. Angelino luchando por su vida en la UCI, aferrado al milagroso de Buga para que le haga el milagrito, sufre la arremetida de Roy quien le pasa cuenta de cobro y de paso buscando congraciarse con alguien o haciendo el mandado y sin consideración cristiana por su condición de Salud, propone acabar con la Vice Presidencia y regresar a la figura del designado. Ahora argumentando razones de Estado y preocupado por la Salud del Presidente Santos, retoma su acción carroñera y exige de nuevo que saque del camino a Angelino y retoma su comisión médica para que certifiquen su discapacidad para ejercer sus funciones y así sacarlo del camino en la línea sucesoria de la Presidencia. Roy Barreras debe estar pensando, -por fuera del camino Angelino y Santos peligrando- constitucionalmente sigo yo. como dijo un amigo: “por si las moscas toca estar listos, por si falla el avión”. Lo que nos faltaba, Roy Barreras ¡Presidente de Colombia!  Que nos coja confesados.   @laureanotirado