Colombia, un País que se Indigna por todo y a la vez de Nada

En estos días donde según Álvaro Forero Tascón surge de las redes sociales “El Quinto Poder”, progresan grandes iniciativas ciudadanas que cambian el curso de las decisiones políticas, pero al mismo tiempo salen a relucir los peores defectos de los cambios agresivos en una sociedad inmadura y falta de carácter. En los últimos meses se han presentado varios destellos de los que llamaré la “Nueva Recocha Ciudadana”; básicamente consiste en un grupo amorfo de personas que comparte la indignación momentánea sobre cualquier tema que varía desde una posición en contra de una idea vaga, como lo fue el Grito de las Gordas contra Alejandra Azcarate y su Columna “las 7 ventajas de la gordura”; o un proyecto político contra los intereses de un grupo poblacional, como lo fue la reforma de la justicia. Este selecto grupo de población virtual amorfa varía sus apetencias revolucionarias cada semana en donde como forma de actuación convocan a marchas, concentraciones, flashmob; cualquier evento llamativo con toques finos de publicista cuya meta es atraer una cámara de noticiero nacional con entrevistas de actores, personalidades, políticos, o cualquier buitre que trate de aprovechar la situación para lanzar su plataforma política o para aparecer en cualquier novela. Los procesos de información del mundo actual no le permiten a esta masa de revolucionarios indignados perpetuarse con una sola campaña, por ello sus integrantes están en la búsqueda de cualquier excusa por mas estúpida que sea para tratar de levantar ese grito de indignación, cada vez con excusas mas superficiales y poco substanciales que son perfectas para la otra masa de adeptos que necesariamente exigen indignaciones “light” que solo demandan leer el título para poder compartirlo con sus contactos en la red social de preferencia. ¿Cuando nosotros como Colombianos nos indignaremos de verdad? y no hablo de salir a las calles como masa humana a agolparnos en la plaza pública, seamos sinceros ese no es nuestro estilo; yo hablo de indignarse al ver cuando otros colombianos botan basura en la calle, lanzan impunemente miles de colillas de cigarrillo al piso, escupen los restos de sus chicles a las calles o ven a un adolescente que se cree rebelde dañando las fachadas de sus vecinos, de su barrio, de su ciudad y no decimos nada, peor aun la pereza nos domina para no llamar a la policía. Cuando me pregunto alzaremos nuestra voz durante mas de dos semanas, no para protestar, para reclamar lo que es nuestro por derecho: la salud, la educación y la seguridad de calidad; cuando pueblo colombiano entenderemos que el Gobierno, los Policías, el Ejercito no nos hace favores; nosotros cada día que pagamos por un pasaje de Bus, comemos un Helado; pagamos impuestos para que ellos den resultados, funcionen. Es hora de indignarse de verdad, indignarse con nuestros vecinos, hermanos, amigos que no respetan las leyes, que actúan de mala fe, que no respetan su hogar, su ciudad, su país; tanto por acto como por omisión. Critico como “líderes” mediáticos se levantan triunfantes cuando establecen como “Trending Topic” un “Hashtag” (Etiqueta en un “Tweet” más escrito en un intervalo de tiempo) y los crédulos que creen que eso realmente va a importar, Probablemente el Senador Corzo en este momento sigue atemorizado, hoy por hoy como Presidente del Senado, por el “Hashtag” #Corzoton o Alejandra Azcarate debe estar acurrucada llorando en un rincón de una habitación en París porque un grupo de Gordas escribe Columnas de Opinión tildándola de flaca superficial; dejemos tanta pendejada, Colombia no es Protagonistas de Nuestra Tele, o El Desafío; nunca verán un anuncio “Si quiere que Roy Barreras deje el Senado, envíe Lagarto al 5335”, los invito a leer más lo que les emocione pero Colombia necesita gente que evalúe todo, que exija y que no se deje comprar ni por una lechona, ni que los puedan amenazar y atemorizar con el arma del dedo que apunta al diferente. Termino enfatizando que es tan CRIMINAL el que roba miles de millones de pesos de impuestos de los contribuyentes como el que va en el carro y cree que la calle es una caneca; si somos unos hampones en la cotidianidad no tenemos la autoridad moral de indignarnos, dejemos de indignarnos, comencemos a pensar como cambiar y hacer parte del cambio. @_SoySebastian