En la noche del lunes, WWE publicó una imagen publicitaria en donde se promocionaba la inclusión de WWE SuperStars, su programa de televisión de los años 90, a la red WWE Network. Lo curioso de la pieza resultó en que en el texto se describía al luchador profesional Undertaker como miembro del Salón de la Fama, un detalle que no tardó en causar revuelo dentro de los seguidores de la compañía.
Los rumores sobre si Undertaker iba a ser nombrado como un “hall of fame” durante este año no tardaron en aparecer. Como respuesta, WWE rediseñó el comunicado y lo volvió a enviar especificando que el luchador de 53 años no es miembro del Salón de la Fama, sino más bien, una leyenda.
https://twitter.com/WrestlingInc/status/1087442250701856771
Mark William Calaway, conocido en el mundo de la lucha como “The Undertaker”, es el luchador más antiguo dentro de las filas de WWE. Desde su vinculación a la compañía en 1990, su personaje siempre ha estado en los planos principales del desarrollo de la historia. Incluso, varios medios especializados lo han llegado a denominar como “el dios del wrestling”.
https://twitter.com/WrestlingInc/status/1087505440500473856
Dentro de los logros más importantes de Undertaker se encuentran: 21 victorias consecutivas en WrestleMania (la racha más larga de la historia), un título de Royal Rumble en 2007 y ocho campeonatos mundiales (4 WWF/E, 3 Campeonatos Mundiales de Peso Pesado y 1 Campeonato Mundial de Peso Pesado Unificado USWA).
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En reciente entrevista a una marca productos para suplementación física, Calaway criticó la nueva generación de luchadores profesionales. Sobre las nuevas formas de actuar, la leyenda de WWE expresó:
“Al final del día, sea lo que sea lo que esté haciendo en el ring, uno quiere que se vea real, genuino y auténtico. Y creo que hoy ese es un gran problema: todos actúan de la misma manera y todos exageran hacia el público (...) Todo el mundo te dice que hagas saltos hacia atrás y todo eso. Una vez que lo haces un par de veces, es como ‘Bien, ¿qué tienes ahora?’ Bueno, ahora tengo que hacer dos giros hacia atrás, luego dos y medio. Cuando se acostumbran a eso, ¿qué haces?… En lugar de eso deberían aprender los matices más finos de lo que hacemos, y eso es contar historias. Sí, historias dolorosas, físicas, pero sin embargo son solamente historias”.
