El 4 de febrero de 1990 nació en Cómbita, Boyacá, Nairo Quintana. Un colombiano soñador, de familia campesina. Desde sus primeros años fue trabajador y la vida le mostró que sería un guerrero de la vida. Hoy es campeón de la Vuelta a España.
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Luis Quintana y Eloísa Rojas son sus padres, a los que les debe todo. Sin embargo, cuando Nairo tenía siete años, Luis sufrió un accidente automovilístico y eso complicó su trabajo como comerciante, las intervenciones médicas no tardaron.
Esta complicación parecía desequilibrar a la familia Quintana. Pero él, en compañía de sus hermanos, comenzó a trabajar para ayudar en la casa.
"Soy agradecido con toda mi familia". Aunque desde niño conoció el trabajo, no abandonó los estudios. El colegio más cercano quedaba en la localidad Arcabuco, Boyacá, a unos 20 kilómetros. En ese momento, Nairo decidió tomar una bicicleta para no dejarla nunca más.
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Durante esos recorridos tenía que ascender junto a sus dos hermanos, Dayer y Esperanza, para llegar a la escuela. Sus piernas en ese momento pedaleaban y, ante la sonrisa de un guerrero luchador, parecía nacer el mejor ciclista en la historia de Colombia.
Esas subidas de montaña son las mismas que ha logrado hacer con éxito en el Tour de Francia, Vuelta a España y demás competencias de primer nivel. Nairo desde niño pedaleaba para ayudar a sus padres... Hoy es el orgullo de un país.
Aunque su familia no tuvo lujos, tampoco pasó necesidades y eso Nairo lo ha aclarado en cantidad de ocasiones. "Mucha gente dijo cosas de mí vida que no son ciertas. Éramos una familia trabajadora, no nos sobraba pero tampoco nos faltaba".
Su humildad es tan grande como su talento en el caballo de hierro. Por eso siempre en sus entrevistas saluda y le agradece al pueblo campesino, ese que trabaja desde horas de la madrugada.
¿Cómo se dio cuenta Nairo Quintana que su vida se ligaría al ciclismo?
Nairo en la cicla de su casa veía cómo sus piernas aguantaban el trayecto hasta el colegio y zonas aledañas a las que se desplazaba para trabajar. Le dijo a su familia que sentía que tenía mucho potencial para correr y, no se equivocó.
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Nairo llegó al club Mar de Tunja pero ahí no tuvo lo que esperaba porque la preparación exigía un gasto de dinero que para él era innecesario, a pesar de contar con el apoyo de su padre.
En 2009, luego de fortalecer sus piernas y su mentalidad, llegó al equipo, Boyacá es para vivirla. No pasó mucho tiempo para que sus compañeros y entrenadores se sorprendieran con su talento desbordado. Con 19 años participó en el circuito continental europeo, Vuelta a la Comunidad de Madrid y otras competiciones que lo foguearon.
En 2010 estuvo en Colombia es Pasión, donde ganó el Tour Porvenir. Nairo poco a poco se iba acercando a la élite mundial del ciclismo.
Nairo Quintana en la élite mundial del deporte
Movistar puso los ojos en este joven de Cómbita en 2012. El equipo español en busca de talento lo fichó cuando tenía 22 años para ser gregario de Alejandro Valverde.
Desde ese momento Nairo Quintana no ha tenido techo, en un ProTeam (equipo de máxima categoría) logró su sueño de competir en las carreras más importantes del circuito: Tour de Francia, Giro de Italia y Vuelta a España.
En el Tour de Francia cuenta con dos subcampeonatos (2013 y 2015), además de un tercer lugar en la última edición del certamen galo.
En 2014 ganó el Giro de Italia, su primer competencia grande en el ciclismo. En esta edición 2016 de la Vuelta a España, el colombiano se aseguró un podio más para estar en la cima de las tres carreras más importantes del mundo.
Este domingo se coronó campeón de la Vuelta a España, uno de sus sueños desde que corría con aquella cicla de 12 kilos por las montañas de Boyacá. Luego de 29 años, cuando Lucho Herrera lo logró, Colombia volvió a tener un ganador de la competencia ibérica.
A Nairo le queda el Tour de Francia, una deuda que tiene con él mismo, porque ha estado cerca y se le ha escapado ante su mayor rival, Christopher Froome. Sin embargo, con 26 años, seguramente logrará su objetivo de obtener el certamen francés.
Con un futuro exitoso y una humildad de oro, el héroe de Cómbita seguirá en busca de la alegría, esa que solo se la da su fiel compañera. Sí, su bicicleta.
