Durante una audiencia presidida por la juez 42 penal del circuito de Bogotá, Julián Ortegón y Paul Naranjo fueron condenados a 41 de años de cárcel por el asesinato de Ana María Castro, joven que fue lanzada de un auto en movimiento el 5 de marzo de 2020 cuando se encontraba de fiesta con varias personas.
Según el fallo, el material probatorio y los testimonios recolectados en el proceso judicial lograron determinar que los dos sindicados se aprovecharon de que la víctima se encontraba borracha para llevarla en una camioneta propiedad de la familia de Paul y, posteriormente, tirarla del vehículo en la calle 80 de Bogotá.
“Sin que exista lugar a duda la conducta se cometió en la modalidad de feminicidio agravado en un escenario de control y poder sobre la víctima en aprovechamiento de su estado de indefensión", afirmó la juez durante sus consideraciones.
Uno de los testigos clave dentro de las investigaciones fue Daniel Vega, una persona que el día de los hechos se dirigía en su carro hacia su vivienda y observó que, en uno de los automotores que estaba frente a él, una mujer fue lanzada.
Asimismo, la justicia tuvo en cuenta la declaración de Mateo Reyes, uno de los hombres que se encontraban dentro de la camioneta con Ana María y que, a pesar de haber presentado amnesia, logró narrar durante el proceso que la joven fue golpeada y lanzada del automotor.
Estos dos testimonios hicieron parte de la argumentación brindada por la juez durante el fallo. Además, se tuvieron en cuenta otras pruebas como una conversación telefónica entre Paul Naranjo y otra persona en la que el sindicado se refiere a la víctima como una “perra”.
Así pues, la juez determinó que tanto Julián como Paul son responsables del feminicidio y los condenó a 41 años y 6 meses de prisión por la gravedad del hecho ya que, según ella, los dos hombres "planificaron y ejecutaron el feminicidio de Ana María Castro", es decir, actuaron con sevicia.
Ante esta condena, la defensa de Ortegón y Naranjo anunció que apelará la decisión ya que consideran que no se tuvieron en cuenta varias pruebas y testimonios presentados en su momento ante la justicia, entre ella un video de seguridad de la Chatarrería Tolima en el que, según los abogados, se observa a Ana María y Mateo siendo dejados por la camioneta de Naranjo en la calle 80.
Por otro lado, también alegaron que se debían en cuenta las consideraciones del médico Alejandro Cuenca Verdugo que afirman que las heridas de Ana María no corresponden a golpes perpetrados por personas sino que más bien un tercer auto pudo haberla impactado y causado su muerte.
A pesar de esto, la juez 42 desestimó el testimonio del médico y los argumentos de los abogados señalando que no hay elementos probatorios suficientes que determinen la presencia de un tercer vehículo en la escena del crimen.
Por lo pronto, se conoce que la defensa de Ortegón y Naranjo interpondrá la apelación durante los próximos 5 días hábiles. Mientras tanto, los dos implicados continúan tras las rejas a la espera de resolver su situación judicial.
